lunes, 25 de febrero de 2013

para ser leido imperativamente


He visto,
de verdad
he visto:
las viejas montañas,
tus largos pelos negros,
tu sonrisa dibujada,
en mi mente, en el ayer.
he tocado, en esas
estructuras abandonadas
he tocado, este oficio
de crear, unos mortífagos
labios y de nuevo/
los silencios.
He sabido
en ese ultimo
segundo suicida
sabido
que mis ojos, mis
manos, mi sexo
mi débil corazon
no había
que tirarlos
llorarlos
no había que
inventarlos
otra vez.

Ser Infierno…



Cómo creer si no se tiene
                                          perspectiva
cuando atardece y sopla el viento
y todo disminuye su velocidad.

(En dónde nos escondimos
para buscar la salida.)

Y el ojo gigantesco del anochecer
te observa y te quedas sin respuestas.

Te preguntarás:
                        Cómo creer, cómo
no ocultarnos…

Para dejar de observarnos.

los ojos de cara de libro


todo mal!!




Kaos


Sin abrir las fauces.
sin rezar demasiado
no escuchar
tus órdenes.
Tú, vacio, yo,
escapando.
Sin dejar de sangrar,
los días como heridas.
Años de luto,
viudo de vos:
poesía prostituta

con tu culito al aire,
tu boca sin dientes,
sin Lengua,
un ayer de
          olvidos,
un presente oculto,
un mañana
         con cuervos,
           y sin ojos.

Y danzas frágilmente
     y nos salpicas
        y te aplaudimos
          y lloramos
          atragantados
          de felicidad.