jueves, 29 de enero de 2009

+_+

Alicia pegada entre las hojas. Alicia rodeada de palabras, antiguas, llenas de magia, como cadenas.
Atrapada, paciente, sabe de su vuelta. Los círculos nunca son incompletos, al menos no en esta familia.
Se afila las uñas, los colmillos.
Envuelta en una mortaja de cuero negro como todos sus sueños.
Abrirán las compuertas del infierno, levantarán la tapa y en un sutil pero destructor aleteo todo será silencio, hondo pesar, la noche se teñirá de rojo fuego.

-Sabes César- dijo muy triste – el círculo perfecto, esta vez, tendrá otra forma-.

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